Lectura de las Escrituras:
1 Pedro 1:18-19 (NVI)
«Porque sabéis que no fue con cosas corruptibles como la plata o el oro con lo que fuisteis redimidos de la vida vacía que os heredaron de vuestros antepasados, sino con la sangre preciosa de Cristo, un cordero sin mancha ni defecto.»
Reflexión:
Se nos recordó la profunda verdad de que hemos sido rescatados por Dios de una vida sin sentido. Este rescate no se logró mediante riquezas materiales ni esfuerzo humano sino mediante la preciosa sangre de Jesucristo. Este acto de redención es el fundamento de nuestra fe y el comienzo de nuestro viaje hacia el cumplimiento del destino que Dios nos ha dado.
Puntos clave:
1. Entendiendo nuestro rescate:
- Muchos de nosotros venimos de entornos llenos de quebrantamiento y luchas heredadas de nuestros antepasados. Sin embargo, a través de Cristo, hemos sido rescatados de este ciclo de vacío y se nos ha dado un nuevo propósito.
- Reflexiona sobre tu propia vida. ¿Cuáles son las áreas donde has experimentado el rescate de Dios? ¿Cómo ha cambiado Su redención tu perspectiva y dirección?
2. La importancia de construir altares:
- Un altar en términos bíblicos es un lugar de sacrificio y encuentro con Dios. La predicación enfatizó la necesidad de construir altares espirituales en nuestras vidas donde podamos encontrarnos con Dios regularmente.
- Considere reservar un tiempo específico cada día para orar y leer la Biblia. Este puede ser tu altar personal donde busques la presencia y la guía de Dios.
3. Liberarse de las ataduras del pasado:
- Liberarse de las ataduras y altares espirituales del pasado que aún pueden ejercer influencia sobre nuestras vidas. Esto implica renunciar a cualquier dedicación o maldición pasada y abrazar la libertad que ofrece Cristo.
- Ore y pídale a Dios que le revele cualquier área de su vida que todavía esté bajo la influencia de ataduras pasadas. Renuncie a ellos en el nombre de Jesús y declare su libertad en Cristo.
4. Vivir nuestro destino profético:
- Se nos recordó que nuestro destino profético no es algo que sucede automáticamente; requiere nuestra participación activa y perseverancia. Dios tiene un plan para cada uno de nosotros, pero debemos estar dispuestos a seguirlo diligentemente.
- ¿Qué sueños y visiones ha puesto Dios en tu corazón? Escríbelas y comprométete a dar pasos hacia ellas, confiando en que Dios te guiará y te empoderará.
Pasos de acción:
- Reserve un tiempo específico cada día para orar y leer la Biblia. Este será tu altar personal donde buscarás la presencia de Dios.
- Reflexiona sobre tu vida e identifica áreas donde has experimentado el rescate de Dios. Agradécele por Su redención y escribe tu testimonio.
- Ore y pídale a Dios que le revele cualquier esclavitud pasada que aún pueda influir en su vida. Renuncie a ellos en el nombre de Jesús y declare su libertad.
- Escribe los sueños y visiones que Dios ha puesto en tu corazón. Comprométete a dar pasos hacia ellos, confiando en la guía y el empoderamiento de Dios.
Pensamiento final:
Recuerda, has sido rescatado con un propósito. Dios tiene un destino profético para tu vida, y a medida que construyas altares espirituales y busques Su presencia, Él te guiará para cumplirlo. Sigue adelante, sabiendo que tu vida tiene significado y trascendencia en el gran plan de Dios.
Pastor José Daniel.