Se nos brinda una nueva oportunidad cuando comenzamos una nueva posición o trabajo, conocemos a un nuevo amigo, incluso con cada momento que pasa, incluso cuando cometemos un error, fallamos y caemos.
La palabra de Dios dice en Santiago 1:2-4 «2 Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, 3 sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. 4 Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.»
Muchos de nosotros nos enfocamos y nos detenemos en los errores que hemos cometido más que en lo que puede resultar del proceso o lo que podemos aprender de él. Pero la biblia nos muestra una y otra vez que aun a través de nuestras vidas, todo lo que el enemigo pensó para mal, Dios lo vuelve para nuestro bien.
Un error es equivocarse en algo por estar mal orientado o informado. Muchos de nosotros hemos sido engañados y mal informados toda nuestra vida.
Somos un espíritu que tiene un alma y vive en un cuerpo. Mientras vivimos en este cuerpo, debemos tratar con nuestra carne. Carne en griego es “SARX” que significa naturaleza pecaminosa. Como cristiano, hay una batalla espiritual entre nuestra carne/naturaleza pecaminosa y el espíritu/los deseos de Dios.
Si un niño no es guiado o informado correctamente, eso lo lleva a una vida de errores. Una vida de ser guiados por nuestra naturaleza pecaminosa y no por los deseos de Dios. Esto nos aleja del camino que Dios tiene para nuestra vida.
Todo el mes hemos hablado de cómo nuestro camino determina tu salud física. Cuando nuestros caminos son agradables a Dios, la palabra dice que aun nuestro enemigo está hecho para estar en paz con nosotros.
Es importante trabajar con la raíz de nuestros problemas en lugar de la superficie de nuestra condición. Solo así alcanzaremos una vida llena de la bondad de Dios y no caeremos en lo que el mundo tiene para ofrecer.
El enemigo puede ofrecer el mundo e incluso imitar a Dios en todo. Pero incluso con todo lo que trata de ofrecer mientras trata de superar a Dios, hay una cosa que nunca podrá imitar, nunca podrá imitar el amor.
El amor que ofrece el mundo viene con una condición. Si haces esto, te amaré. Por hacer esto, te amo. Por esto, te amo. Pero el amor que Dios tiene fue probado a través de Cristo. Incondicional y sacrificial. Lo más grande que una persona puede encontrar es el amor de Dios.
El amor incondicional es lo que Jesucristo hizo en la cruz por ti, por mí y por toda la humanidad. Tuvo una muerte dolorosa que afectó todo su cuerpo para que por sus heridas seamos sanados. Sabiendo que lo traicionaríamos, tomó esa corona de espinas. Sabiendo que le daremos la espalda, tomó todos esos látigos. Sabiendo que mentiríamos, Él tomó esos clavos en Sus manos. Sabiendo que no le seguiremos, tomó el clavo de Sus pies. Sabiendo que lo negaremos, Él derramó Su sangre por ti y por mí.
ESO ES AMOR INCONDICIONAL. Él nos acepta con nuestros errores. Él nos acepta como somos. Sin importarnos lo que hemos hecho en el pasado o incluso cómo le fallaremos en el futuro, Su amor es mayor.
Hoy, elige tomar esta nueva oportunidad y recuerda Su amor incondicional.
Pastora Yomaris Rodriguez.