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En el Día de la Batalla

Lectura Bíblica: 2 Crónicas 20:3-4
«Entonces él tuvo temor; y Josafat humilló su rostro para consultar a Jehová, e hizo pregonar ayuno a todo Judá. Y se reunieron los de Judá para pedir socorro a Jehová; y también de todas las ciudades de Judá vinieron a pedir ayuda a Jehová.»

Reflexión:
En la vida cristiana, todos enfrentamos momentos de batalla, tiempos en los que nos sentimos rodeados por problemas y desafíos que parecen insuperables. El rey Josafat nos da un ejemplo poderoso de cómo debemos responder en esos momentos. Cuando se encontró rodeado por enemigos, no confió en su propia fuerza o en estrategias humanas. En lugar de eso, humilló su rostro y buscó al Señor.

Josafat entendió que la verdadera batalla no se lucha con espadas y escudos, sino con oración, ayuno y adoración. Él proclamó un ayuno y reunió a todo el pueblo para buscar la ayuda de Dios. Esta es una lección crucial para nosotros: en tiempos de crisis, nuestra primera respuesta debe ser buscar a Dios con todo nuestro corazón.

Aplicación:

  1. Oración y Humildad: Cuando enfrentes una batalla, sigue el ejemplo de Josafat. Humíllate ante Dios y busca Su rostro en oración. Reconoce que sin Él, no puedes ganar la batalla.
  2. Ayuno y Comunidad: Considera la posibilidad de ayunar y de reunir a otros creyentes para orar juntos. La unidad en la oración tiene un poder tremendo.
  3. Confianza en la Palabra Profética: Josafat no solo oró, sino que también esperó una palabra de Dios. Cuando recibas una palabra profética o una promesa de la Biblia, aférrate a ella con fe.
  4. Adoración en Medio de la Batalla: En lugar de enfocarte en el problema, enfócate en Dios. Adora Su nombre y declara Su misericordia. La adoración cambia nuestra perspectiva y nos recuerda que Dios es más grande que cualquier enemigo.

Versículo para Memorizar:
«Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.» – Santiago 4:7

Desafío del Día:
Hoy, dedica un tiempo específico para orar y buscar a Dios. Si estás enfrentando una batalla, considera ayunar y pedir a otros creyentes que oren contigo. Recuerda que la victoria viene cuando nos humillamos y buscamos a Dios con todo nuestro corazón.

AP. Rudy

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