A medida que nos acercamos al final del año, muchos de nosotros reflexionamos sobre las metas que fijamos y el progreso que hemos logrado. Algunos de nosotros celebramos los logros, mientras que otros pueden sentirse desanimados por expectativas no cumplidas. Sin embargo, en medio de esta reflexión, hay una verdad poderosa que aceptar: Dios es el Dios de las puertas abiertas y nos invita a aprovechar Sus oportunidades divinas con fe y perseverancia.
El llamado a buscar y llamar
En Isaías 55:6, se nos insta a «buscar al Señor mientras puede ser hallado; invocarlo mientras está cerca». Esta escritura nos recuerda que nuestro viaje con Dios no es pasivo. Requiere un compromiso activo: buscar, llamar y llamar. Jesús refuerza esto en Mateo 7:7, donde promete que los que piden recibirán, los que buscan encontrarán y a los que llamen se les abrirá la puerta. Este es un llamado a la acción, una invitación divina a perseguir las promesas y oportunidades que Dios ha preparado para nosotros.
La importancia de la persistencia
Así como un minero podría dejar de excavar justo antes de encontrar oro, nosotros también podemos perdernos las bendiciones de Dios si nos rendimos demasiado pronto. La historia de Jacob luchando con Dios sirve como un poderoso ejemplo de fe incansable. Jacob se negó a soltarse hasta recibir su bendición, demostrando el tipo de tenacidad que Dios desea de nosotros. La persistencia en la oración y la fe no se trata de forzar la mano de Dios sino de alinearnos con Su voluntad y su tiempo.
Pasos para abrazar las puertas abiertas de Dios
Identifique áreas de estancamiento: reflexione sobre áreas de su vida en las que se siente estancado o desanimado. Traiga estas preocupaciones a Dios en oración, pidiéndole que le revele las oportunidades que tiene para usted.
Prepárese para las oportunidades: Al igual que David, que estaba listo para enfrentar a Goliat, debemos estar preparados para las puertas que Dios abrirá. Esto implica preparación espiritual, aprendizaje continuo y estar abierto al cambio.
Deje ir las heridas del pasado: La falta de perdón y la amargura pueden bloquear las puertas que Dios quiere abrir. Busca la ayuda de Dios para perdonar y liberar cualquier carga que obstaculice tu progreso.
Escribe tu visión: Habacuc 2:2 nos anima a escribir la visión y dejarla clara. Documente sus metas y sueños, y pídale a Dios guía y fuerza para perseguirlos
Conclusión
Mientras esperamos con ansias el próximo año, abracemos al Dios de las puertas abiertas. Él está listo para guiarnos a una temporada de gracia y favor, pero debemos estar dispuestos a buscar, pedir y llamar. ¿Qué pasos darás esta semana para alinearte con las oportunidades divinas de Dios? Recuerde, la preparación y la perseverancia son claves para desbloquear las bendiciones que Él tiene guardadas.
Oración
Querido Señor, gracias por ser el Dios de las puertas abiertas. Ayúdanos a buscarte fervientemente, a pedir con fe y a llamar con perseverancia. Limpia nuestros corazones de cualquier amargura o duda y prepáranos para las oportunidades que Tú has planeado. Que caminemos en Tu gracia y favor, confiando en Tu tiempo perfecto. En el nombre de Jesús, Amén.