Quizás se pregunte, ¿qué significa que la iglesia gobierne? En un mundo lleno de incertidumbre y desafíos, la idea de la iglesia como órgano de gobierno puede parecer abstracta o incluso desalentadora. Pero ¿qué pasaría si te dijera que este concepto no sólo es bíblico sino también increíblemente fortalecedor para tu vida hoy? Imagine un año en el que sea testigo de la maravillosa obra de Dios en su vida, en el que vea cumplidas sus promesas y en el que asuma su papel como parte de su cuerpo gobernante en la tierra. Ésta es la visión para 2024 y más allá: una época de Asombro y Gobierno divino.
La iglesia, o «Ekklesia», no es sólo una reunión religiosa sino una poderosa asamblea con autoridad para legislar, gobernar y traer el orden del cielo a la tierra. Analicemos esta idea y veamos cómo puede transformar tu vida.
La iglesia está llamada a ser un organismo gobernante, no sólo una institución religiosa. Esto significa que, como creyentes, tenemos el poder de traer el reino de Dios a la tierra, influyendo en nuestras comunidades y en el mundo con Su amor, justicia y verdad. El término «Ekklesia» en el contexto griego original se refería a una asamblea gobernante, y Jesús usó intencionalmente este término para describir a Su iglesia. Este es un llamado a la acción para que cada uno de nosotros entremos en la autoridad que Dios nos ha dado y marquemos una diferencia en el mundo.
Entonces, ¿qué significa esto para ti? Primero, significa reconocer tu identidad como hijo de Dios con autoridad. Así como Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Quién dices que soy yo?» Nos pide que sepamos quiénes somos en Él. No eres sólo un creyente; eres parte de un organismo rector con el poder de influir y cambiar el mundo que te rodea. No se trata de ejercer el poder para beneficio personal sino de servir a los demás y llevar el amor y la justicia de Dios a cada rincón de tu vida.
En segundo lugar, significa aceptar la obediencia como la clave para desbloquear esta autoridad. La autoridad viene a través de la obediencia a la palabra de Dios y Su llamado. A medida que alinees tu vida con Su voluntad, descubrirás que Su poder fluye a través de ti para impactar a tu familia, tu lugar de trabajo y tu comunidad. No se trata de luchar con tus propias fuerzas, sino de rendirte a Su guía y permitirle obrar a través de ti.
Finalmente, significa ser un «policía» en tu vida espiritual. Así como un oficial de policía hace cumplir la ley, usted está llamado a hacer cumplir los principios del reino de Dios en su vida y en la vida de quienes lo rodean. Esto implica mantenerse firme contra los «lobos» de este mundo (esos sistemas e influencias que se oponen a la verdad de Dios) y declarar Sus promesas sobre su vida y sus circunstancias.
A medida que avanzamos hacia este año de asombro y gobierno, los desafío a que se pregunten: ¿Cómo puedo asumir mi papel como parte del cuerpo gobernante de Dios? ¿Qué áreas de mi vida necesitan alinearse con los principios de Su reino? Recuerde, no está solo en este viaje. El Espíritu Santo te da poder y la comunidad de la iglesia te apoya mientras caminas en la autoridad que Dios te ha dado.
Oremos juntos: Padre Celestial, gracias por llamarnos a ser parte de Tu cuerpo gobernante en la tierra. Ayúdanos a reconocer nuestra identidad en Ti y a caminar en la autoridad que Tú nos has dado. Guíanos en obediencia a Tu palabra y danos poder para llevar Tu amor y justicia al mundo que nos rodea. Que seamos valientes al enfrentarnos a las fuerzas que se oponen a Tu verdad y fieles al declarar Tus promesas sobre nuestras vidas. En el nombre de Jesús, Amén.